domingo, 31 de julio de 2011

FUGA DE CEREBROS

Según datos proporcionados por el Banco Mundial, la publicación titulada Migración Internacional, remesas y la fuga de cerebros, ocho de cada diez haitianos y jamaiquinos con títulos universitarios viven fuera de sus países; y más del 50% de los profesionales universitarios de muchos países de América Central y del Caribe también viven en el extranjero. El informe revela que la fuga de cerebros es masiva en los países pequeños y pobres que se encuentran en proceso de desarrollo.
La mayoría de estos profesionales universitarios de los países en desarrollo emigra a los Estados Unidos, al igual que a la Unión Europea, Australia y Canadá.
La  mano de obra calificada que emigra a los Estados Unidos a menudo no consigue un trabajo acorde con su nivel de educación, y terminan realizando trabajos no calificados.
Por su parte, las remesas que envían los expatriados a sus familias se ha traducido, por lo general, en inversiones personales tales como educación, salud y vivienda, más que en alimentos y en otros bienes.
Un caso particular se da en México, en donde las familias que tienen un emigrado en Estados Unidos muestran un nivel inferior de educación que las familias en las que no hay ningún expatriado. Esto se atribuye a la situación peculiar que viven los emigrantes rurales mexicanos dentro del mercado laboral estadounidense -el hecho es que aunque acudan o no un año más a la escuela, solo consiguen trabajos no calificados en los Estados Unidos, por lo tanto, la población rural de México que planea emigrar a los Estados Unidos tiene muy poco incentivo para invertir en educación.

Argentina fue el país de Latinoamérica que más científicos y técnicos aportó en la década de 1990 a Estados Unidos, según un estudio de la CEPAL.
Los incentivos para los emigrantes (técnicos y científicos) son las mejores condiciones para ejercer su profesión y los elevados salarios que reciben fuera de Argentina. También muchos de ellos emigraron durante las décadas pasadas por "problemas políticos y por la posibilidad de desarrollar sus investigaciones, más que por las crisis económicas".
En España existe la fuga de cerebros, pero a su vez importa muy buenos investigadores latinoamericanos, sobre todo argentinos.
Estados Unidos es y seguirá siendo durante los próximos 20 años la primera potencia en ciencia, Europa se encuentra en un retraso respecto a éste país.

El caso de los académicos mexicanos
El flujo migratorio, temporal o permanente, de académicos originarios de México hacia otras naciones, principalmente a los Estados Unidos, obedece en gran medida a razones económicas y de desarrollo profesional que se ven concatenadas con políticas explícitas de atracción de talentos traducidas en la existencia de mayores incentivos pecuniarios y de desarrollo profesional en países receptores.
En Estados Unidos en el año 2005 había 4.523 profesores de educación superior de origen mexicano trabajando.
Un 75% dicen haber emigrado con motivo de la realización de sus estudios de doctorado, seguido por un 12% que emigraron por haber tenido una oferta de trabajo.
Dentro de las principales razones para no regresar a México, los académicos en el extranjero señalan la poca inversión en investigación en México,falta de salarios competitivos, falta de desarrollo en áreas de interés académico, falta de cultura de investigación, falta de incentivos para regresar, intervención política en nombramientos e investigación, falta de oportunidades laborales e inexistencia de un sistema laboral apropiado.
En respuesta, el gobierno mexicano ha desarrollado recientemente esfuerzos encaminados a atraer académicos de regreso al país y a aprovechar las conexiones con aquellos que optan por quedarse en el extranjero para conectarles con instituciones mexicanas. Esto incluye la creación de la Red de Talentos Mexicanos en el Exterior.

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